Desde hace algún tiempo me estaba sintiendo mal de los huesos, estoy pasando a la "edad interesante" edad magistral en las mujeres, y esto hace que sufra de mil achaques , creo que a veces nos duele hasta el alma, sobre todo si a temprana edad no fuimos fanáticas del deporte, nuestros cuerpos se tornan gorditos, aunque hagamos mil dietas, ninguna da resultado, sobre todo porque casi siempre la empezamos el lunes y a mitad de semana la abandonamos, poniendo cualquier excusa... falta de voluntad se nos suben los calores a la cabeza, que trauma!!. Siempre he querido estar light y lucir una buena figura, pero últimamente he probado todos los tratamientos y francamente , tengo una hermosa cadera de pera. Las dietas No son para mi, ni yo para ellas; ni modo es nuestro destino, lo ineludible.
Alguien me hablo de la acupuntura, era uno de los métodos que me faltaba probar, agarre mi guía telefónica y empecé a buscar a todos los especialistas, señale dos o tres y empecé a llamar, encontré uno relativamente económico y cerca a casa, aliste mis cosas y salí.
Llegue donde una señora con cara muy enigmática, bajita, con ojos rasgados, tez pálida, sonrió y me dio las buenas tardes, dijo soy la "doctora Segura" , la habitación estaba casi oscura y olía intensamente a cigarro, esos tabacos negros mal olientes y mil sahumerios más, ella muy amablemente me invito a pasar a otra habitación procediendo a cerrar la puerta con cerrojo...¡uyyy Dios mío!, dije por dentro, donde he venido a caer, ella saco un cuaderno de hojas amarillentas y empezó a preguntarme todo mi vida refiriéndose a mi salud, enfermedades de pequeña, episodios de operaciones entre otros, sin pensarlo había llenado hoja y media. Luego me dijo que pase a la camilla, esta tenía una almohada tapada con una toalla percudida, mal oliente, un hueco en el medio, antes de su ritual, se encomendó a Dios y a la Virgen, empezó a masajear mi espalda , manos muñecas y sacudir sus manos como si espantara "algo" que salía de mi, de pronto dijo con su voz apaciguada: ahhhhh tu eres nerviosa, ya me di cuenta y también se que eres muy ansiosa y así sucesivamente (bueno no se equivoco), y continuaba sacudiendo, después de 30 minutos de este continuo rito dijo: - Ya esta , te sentirás aliviada , ya esta todo sano, ya se curo hasta el alma, la alegría estará en ti, tu eres una chispita de felicidad, eres así, eres asa, eres bonita, etc etc...…. - asuuu dije en silencio, últimamente nadie me había subido tanto la autoestima, en tono de broma dije: milagro!!; continuo la señora : - pero debes tomar un preparado que te purificara, ven a recogerlo la próxima semana...-, le agradecí y salí con cierta desconfianza, sonreía camino a casa, recordando el lugar, me preguntaba, si había sido acertada mi visita visita, fui por un acupunturista y encontré una curandera pero de buena onda.
Sin embargo no sé que hizo la famosa doctora (una viejecita de unos 75 años con sus manos maltratadas y llena de nódulos) sin embargo me había sacado un peso de encima, me sentí durante un buen tiempo mejor, aliviada de mi estrés, no me dolía nada , no lo podía creer.
Llegue a la conclusión que a veces algunos dolores están en nuestro estado de ánimo, basta con inyectarnos alegría, paz o no se que y seremos otros.
Me dijo: te curare hasta el alma!!! tal vez.., trasmitamos también alivio a los demás con una palabra amable, con interés por el otro, con una sonrisa, eso todos lo podemos hacer. A disfrutar cada día.
