30 jun 2019

A MI BURRO, A MI BURRO LE DUELEN LAS OREJAS!!!!!

Hoy ha sido días de trenes, sin quererlo. Nuestro itinerario era Sevilla Malaga, desde la estación de Santa Justa 12.45 del día. Puntuales con nuestro pesado equipaje, ya instalado en el tren Ave(tren rápido) , atrás nuestro, un matrimonio joven con su pequeño de aproximadamente año y medio, que se pasaron cantando: "A mi burro. A mi burro, le duelen las orejas, el doctor le ha recetado agüita de frambuesa, agüita de frambuesas... Agüita de frambuesas!!!!... A mi burro, a mi burro le duele la nariz, el Doctor le ha recetado agüita de anís... Agüita de anís !!!!, ya me había cansado de que al burro le duela todoooo. El viaje dura aproximadamente  una hora 45 minutos y mama con mucha paciencia entretenía a su niño cantándole estas canciones  



Cuando Hugo de pronto da una exclamación de preocupación: ¡ Ay Dios!!!!, pregunte: ¿qué paso????, me contesto deje  el dinero en la caja fuerte del hotel. Santo Dios!!! Ya estábamos a punto de bajar en la estación de  Málaga , busque el teléfono de hotel entre mis papeles no lo tenia a mano y tampoco teníamos como llamar desde nuestros celulares, (móvil, le dicen allá)  por WhatsApp si podíamos contactarnos, los trenes tienen servicio de wifi ,llamamos a Hugo chico consiguiendo el número del Hotel, ¿y ahora que hago? ¿ Como llamo? no me quedo otra cosa que levantarme de mi asiento y  pedirle  por favor a la familia cantante "del burro" , me preste una llamada, explicándole mi problema, atentos y prestos me contactaron. Efectivamente el Hotel confirmaba el olvidó , los detalles pormenorizado , no les contaré solo se que con intervalos de 40 minutos aproximadamente viajamos Sevilla/Malaga, Málaga /Sevilla y nuevamente Sevilla /Malaga, todo esto desde las 12.45 a la 21.40 de la noche en tren rápido, si hubiera sido tren normal hubiéramos tenido que aumentarle unas 4 o 5 horas más. Bueno cansados, solucionado el asunto y en mi cabeza el estribillo de "A mi burro, a mi burro le duelen las orejas... llegamos al Hotel a descansar, no paso de un susto y la experiencia  de que cuando uno viaja, hay que revisar una y otra vez todos los rincones de la habitación, para no estar dejando nada.