13 oct 2021

"OPERADA PERO CASTIGADA"

No entraba a una sala de operaciones desde el año 2005 que fui histerectomizada, gracias a Dios no había tenido ningún evento que lo amerite. En este ultimo año venia sintiéndome mal, con frecuentes cólicos  al lado derecho que no me pasaba ni con pastillas, ni con hierbas, ni con los secretos de la abuela, cuando te sucede estas cosas, no falta las amigas que nos dan uno y otro secreto, pero aun así estos eran persistentes, vómitos y noches en vela, lamentablemente en mi malestar dejaba sin dormir a mi esposo e hijo pues se quedaban cuidándome, Hugo me hizo una ecografia encontrando varios cálculos en la vesícula, la culpa de esto la tenia yo, pues frecuentemente pedíamos comida con muchas grasa, mayonesa, ají, esas que te hacen "chuparte los dedos", por así decirlo, que rico es comer!!   luego mi conciencia y consecuentemente  me pasaba la factura no solo los cólicos sino tambien mis trigliceridos.
Bueno decidida, chequeos pre operatorios, asegurarme que el lugar donde me operaria no atendían pacientes covid y encomendarme a Diosito y a mis padres para que todo salga bien.
Dia de la operación debido a mis nervios mi presión arterial había subido exageradamente que llevó a que posterguen por unas horas ésta, la anestesióloga había entrado al cuarto hacerme las preguntas respectivas y examinarme, me dijo: -¡"saque la lengua grande grande!" vi su cara cambiar y asustada me dijo  "uyy no señora esto esta muy mal, muy mal... su lengua esta morada, ponga la cabeza hacia atrás, umm será difícil", vamos a ver como podemos hacer-, creo que subió un punto más mi presión, salió de la habitación, me quede pensando, más nerviosa aún, comentando con mi esposo ¿Por qué mi lengua estaría morada?, describimos varias posibilidades, zasss!!! vino la respuesta:
- ¿te acuerdas que anoche tomamos chicha morada?!!!, menciono mi esposo y echamos a reír, cierto pero ya me lave la boca tres veces desde ayer, si pues!! era cierto, al parecer el maíz tenia una muy buena pigmentación, rico en flavonoides, debo anotar que la chicha estaba riquísima, corrí al baño y cepille mi lengua una y otra vez, hasta lograr disminuir el color morado, ya en sala de operaciones, le digo: mire doctora mi lengua -¿Qué paso?- me dijo, fue el maíz de la chicha morada, se rio, toco mi cabeza y abrazándome, me dijo no estés nerviosa mamita, -"lo que tenga que pasar pasara!"-... Dios que comentario, quería salir de la sala, ¿por qué diría eso?, luego puso una mascara en mi boca y no recuerdo más.
No sé cuanto duraría, ya en sala de recuperación, desperté, tenia dos enfermeras o auxiliares casi encima mío agarrándome y diciéndome, -"Señora, no se mueva, no se mueva, se va hacer daño, ya esta operada, no se jale la vía- yo estaba totalmente confundida, obnubilada, ellas estaban muy molestas, mi codo tenia una herida, parece que yo misma me hice daño, mi corazón estaba acelerado, sentía una opresión y el monitor sonaba frecuentemente y proyectaba una linea roja, asustada  con voz  débil le decía: " señorita, señorita, me duele mi corazón" - señora tranquila- " señorita, señorita ¿por que suena la maquina?" señora es su saturacion, si esta inquieta baja!!, parecía molesta - "señorita señorita llame a mi esposo... Hugooo, Hugooo me siento mal, ven!!!- Señora, que paciente tan difícil!! me dijo, tiene que esperar el tiempo de recuperación, quédese callada, esta castigada!!, la tendré mas tiempo acá!!!- Oh Dios no quería seguir ahí, me sentía morir, parecía poco empatica la enfermera, definitivamente no habíamos congeniado, Creo que volví a dormir hasta que me despertaron para llevarme a mi cuarto donde mi esposo me esperaba. Lo demás es parte de otra historia.
Lo único que se es que fui castigada por una enfermera con cara de pocos amigos... pero si uno no se pone en los zapatos del otro como entender como se siente el paciente; en fin. Si  me acordara su cara y me cruzara con ella le diría este pensamiento de Alfred Adler: " Mira con los ojos del otro, escucha con los oídos del otro y siente con el corazón del otro"... agregaría comprende el dolor con la herida del otro, pero entiendo que es parte de su trabajo, además debo reconocer que todo el personal que me atendió después me engrió demasiado.