9 may 2020

SIMPLEMENTE MAMA

Llego el día de la Madre, día  que tal vez no quiero celebrar, hoy no podre estar al lado de mamá, mucho menos abrazarla como es nuestro deseo, ella me pide besos, hoy pude burlar las normas y verla en escaramuza, yo disfrazada en atuendo peculiar, ese que detesto ahora, pero que por nuestra seguridad no podemos abandonar, no pude consentir sus abrazos, el cariño piel a piel, no sé a cuál de las dos nos duele más,  este nefasto corona virus nos ha quitado ese tiempo de aun sentirnos unos niños frente a mamá, y cuánto tiempo más debemos esperar para acurrucarnos en su regazo. Por mi parte tampoco en casa tendré esos abrazos de los míos, aunque pido a gritos de silencio que lo necesito, pero es preferible así, dejo mi sonrisa dibujada en mi rostro, esa que no perderé. Es imposible estar como una burbuja, así procures guardar las normas de aislamiento.
Sin embargo, mamá está presente en cada uno de mis días y yo en el de ella, el celular no solo nos permite escucharnos sino también vernos y a pesar de su edad aprendió con alguna dificultad a manejarlo, siempre me preguntas ¿Cómo estas hijita? Antes que sea yo la primera en hacerlo, y en seguida añades “Yo estoy bien, no te preocupes por mí, tu cuídate mucho” y me relatas todas las noticias del día, esa que te prohibimos ver, opinas sobre la situación con una lucidez increíble, pero con un dolor muy grande en tu corazón, yo intento una y otra vez hacerte oír mis carcajadas, procurando darte tranquilidad, aunque en el silencio de la casa cuando ya todos duermen , camino por mi dormitorio delirante dejando caer una o más lágrimas, la verdad, perdí la cuenta, preguntándome ¿hasta cuándo? 
Día de la Madre, si! Debo agradecer porque tengo a mamá conmigo al igual que mi esposo, nuestra esperanza debe multiplicarse que pronto acabara, aunque la incertidumbre me abrume. Mamá me da calma, me da seguridad, me invita a orar, me cuenta que todas las noches reza casi dos horas, en su mueble de su cuarto ya no hay lugar para un “santito” más, pero su fe es tan grande, que sabe que hoy Dios la escuchará, y estoy segura de ello y entonces replico su ejemplo, porque eso será lo ultimo que perderé: La esperanza.
Rezo por todas esas mujeres que trabajarán y que están aisladas de sus hijos, por las madres que están postradas en cama luchando contra esta u otra enfermedad en tiempos difíciles. Por las que no alcanzaron a pedir ayuda, por un grito de clemencia y les gano el tiempo y ya no están más, por los hijos que no pudieron ver el adiós, por las que hoy no sabrán de dónde sacarán un pan para sus hijos, también por las que partieron en otros tiempos y gozan en la presencia del Padre y son las que ahora trasmiten consuelo y fortaleza.
Difícil Día de la madre, no lo quiero decir, pero tampoco debo decaer: ¡Feliz día de la Madre!, esto va a pasar. Gracias mami por estar conmigo aun sin estar, ¡¡¡¡gracias por ser como eres, gracias por los recuerdos que hoy revivo, gracias, infinitas  te quiero mucha mamá!!!!
Un gran abrazo de solidaridad a todas las mamis de mi familia, a mis amigas a las mamás del mundo