Con motivo de debilitarse la salud mental de mis padres( algo natural por el paso de los años) me llevo aprender de los cuidados, fundamentalmente sacar paciencia de donde a veces es imposible conseguirla, como seguirles una conversación procurando no alterarlos, esto ultimo no siempre es una tarea fácil,me cuesta mucho, hay que estar preparados para afrontar de la noche a la mañana una enfermedad así. Sucede que en el común de las familias no tomamos en su oportunidad esta circunstancia como importante La salud mental y el bienestar emocional tienen la misma importancia en la edad mayor que en cualquier otro periodo de la vida, cuando nos sentimos ansiosos, tristes, preocupados, decimos nos dio la "depre", nos cobijamos, ignoramos el mundo exterior hasta que se nos pase, pero muy pocos acudimos a un especialista, simplemente porque pensamos que los otros nos señalaran como "loquitos".
Mi presupuesto se vio tremendamente afectado con las medicinas prescritas para ambos solo una de ellas tiene el costo de S/648.00 soles la caja de 30 pastillas, si multiplico que ambos lo toman y que ademas deben tomar otras más,junto con las medicinas de rutina para los males físicos, el panorama se vuelve turbio. Por ignorancia no sabemos que hay alternativas donde encontrarlas, la buena Dra. Marisol, psicologa de mi empresa una tarde en charla de autobús al comentarle mis apuros, me menciono que ella las compraba para su madre, tanto el el Hospital Valdizan como el Larco Herrera, que si bien eran genéricos la medicina era la misma. Tomándole la palabra agarre mi carro y me fui al Hospital de Magdalena, la farmacia quedaba dentro del hospital,asi que primero me regitre en la cabina de vigilancia, dejando mi DNI, ingrese por los jardines y pasadizos del hospital, que dicho sea de paso el mencionar, se encuentran algo abandonados, andaba un poco desorientada, cuando de pronto me cruce con un medico, preguntándole por donde era la botica, no terminaba de responderme cuando un pacientito que habia estado echando la siesta en el jardín, se levanto raudamente y atropellándose en sus palabras, me dijo " yo, yo, yo..... vas de frente cruzas el jardin, cruzas el patio, cruzas la sala donde vemos televisión,esta donde como, avanzas, caminas, sigues, la pileta y ahi esta la farmacia.... y en seguida estiro su mano y dijo: plata!", en ese momento no se si sentí satisfaccion de haber cruzado algunas palabras con el, o si me causo gracia, pero de todas maneras me sentir bien recompensando la orientación que me habia dado. No llegue a caminar ni tres paso y aparecieron otros dos "loquitos" uno me decía, también repetitivamente: " plata, plata, dame un sol, dame un sol, para mi cafe, dame dameeeeee" al mismo tiempo que me abrazaba, le dije papito no tengo ahorita déjame comprar unos remedios y luego te doy ya?... ignoraba el precio de las pastillas, pero tambien pense que luego de comprarlas ya no estaría, enseguida la otra personita tenia su bolsa llena de Ole, Ole, los chocolates tipos mashmelos, ofreciendome "Ole, Ole 1 sol", Ole, Ole 1 Sol" cómprame para mi comida, para mi comida", la misma promesa de mi parte esperame que compre las medicinas y te compro a la salida.
Me asome a la ventanilla de la farmacia, presente mi receta, dandome con la sorpresa que las pastillas que compraba en la farmacia comercial a S/65.00 por 30 tabletas, las habia conseguido a S/2.90 por 60 pastillas, era increible. La visita a Larco Herrera valió la pena, mas que por el ahorro que significo en las pastillas, fue la satisfaccion de haber compartido con estas personitas que estan tan necesitadas de cariño o de simplemente cruzar una palabra con alguien y obvio de recibir una propina para cubrir sus necesidades, si bien las propinas superaron al costo de los medicamentos, siempre estas anecdotas me dejaban una enseñanza.
La vida nos pone episodios que vale la pena aprovechar, cada quien cultiva la locura con la que le va bien y es por ello que me sentí como en casa!!!!! prometo regresar no solo a comprar medicinas.
