21 ene 2017

ADIOS PADRE THOMAS


Antes de Estudiar Derecho, curse estudios de Teología, yo de monja....noooo alucinen!!!!, hubiera revolucionado el convento, o quizá sería la novicia rebelde,  quien crea que los estudios de Teología  eran aburridos se equivocan, filosofía, Hermenéutica, Ética,  psicología durante los dos primeros años, realmente apasionante. Ya en tercero empezábamos a ver la propia doctrina: Dogmatismo, teología de la liberación, moral, pastoral en fin, conocí grandes personas, muchos de ellos los frecuento, la mayoría eran seminarista, hoy sacerdotes, recuerdo a mi gran amigo Luchito, siempre risueño y el gran Angelo, cantando hermosas melodías, con su voz de tenor, que bellos recuerdos, ellos después de muchos años celebraron mi matrimonio y el bautizo de mi hijo, que emocionante!!!!!Como olvidar a mi gran Maestro el padre William Morris y Padre Thomas, que cuando no sabíamos la lección, agarraba la tiza y con toda la fuerza del mundo la tiraba sobre nuestras cabezas, exclamando un reverendo: ¿SONSONAZO bruta, yap!!!, por qué no estudias?, a sus preguntas de la doctrina de Platón. Años más tarde aun en la universidad, pero ya en el programa de derecho, me avisaron que el padre Thomas se retiraba de la Universidad y viajaría a su país, le habían preparado un homenaje, donde asistieron autoridades universitarias los catedráticos, y en donde no se les ocurrió mejor idea que invitarme en representación del alumnado para dar las palabras de despedida y agradecimiento a nuestro querido MAESTRO. Llego la hora  anunciaron mi nombre, hoja en mano para leer el "discurso" empecé con lo clásico: Señor Rector de la Universidad.... señores catedráticos.... Reverendo Padre Thomas, al finalizar su nombre y mirarlo a Él, con sus bellos ojos verdes, se me inundaron los ojos de lágrimas y con palabras entrecortadas, llegue  solo a decir, “es para mí... es para mí... “y no pude decir más, rompí al llanto de saber que mi profesor querido partía, al levantar la vista hacia el auditorio vi que todos me acompañaban con sollozos.... incluyendo el Padre Thomas luego sentí los aplausos retumbar en la sala. Minutos después el rector menciono que "las palabras de la alumna había dejado traslucir lo muy querido que era el sacerdote y maestro", abrace muy fuerte al padre y al bajar a mi asiento, las señoras me felicitaban, sujetando sus pañuelos que pasaban sobre sus mejillas secándose las lágrimas. Hace algunos años el padre Thomas partió para siempre, desde estas líneas puedo decirle que fue usted un gran Maestro. A veces no son necesarias las palabras, basta un gesto de cariño para demostrar cuanto valoramos a los demás

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