Mercado de Risso - Lince con Esteban
En mi visita de hoy al Mercado de
Risso me tocó comprar las flores que dan tanta vida a mi casa y sobre todo el
aroma que deja su firma, todo visitante me pregunta ¿qué ambientador le
pusiste? -mi respuesta- varitas de margaritas. Hoy me choqué con la humildad de
Esteban y Marina, mis floristas gente tan sencilla trabajadora un matrimonio
que ha trabajado en todo y todo con éxito, el me dice "lo único que me
falta vender son piedras" -me cuenta- ".. tengo tres hijos uno que es
policía, uno que está postulando a la UNI y mi pequeñín en cuarto grado....
¿que por qué vendo flores?... usted me debe recordar yo era ambulante y vendía
rosas importadas de Ecuador en cajas en las esquinas. Conocí a mi esposa quien
vendía ruda y otras hierbitas también de ambulante, nos juntamos y aquí
estamos. Lo felicito, le dije, porque tienen un negocio de éxito; él me dice me
va bien madrecita, soy un hombre bueno, no soy envidioso, lo único que tengo de
malo es que me gustan las mujeres, aunque no estoy con ellas..., me pidió que
luego le enseñe lo que escribí de él, ambos se sintieron muy contentos de que hubiera
alguien que se interese en saber su historia. Pues bien hoy les rindo unas
palabras a modo de homenaje a esta pareja que siempre me atiende con tanto
cariño. ¿Por qué nos cuesta tanto deleitarnos con la sencillez de los actos
cotidianos?, ¿la vida no tiene por qué complicarse verdad? es sumamente linda y
simple, y esta en nuestras manos disfrutarla.
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