2 abr 2020

CON OLOR A PÓLVORA


He sentido más de una vez la ventisca de la muerte murmurar en mi alma, que me queda el miedo por mas que lo he querido olvidar, un asalto a mano armada en la puerta de mi casa, años atrás un segundo entre la vida y la muerte cuando imprudentemente cruce la línea del tren en Argentina, un intento de asalto con fusiles una noche en San Isidro, una taza de te con insecticida, patrulleros y ambulancias en sentido contrario por la avenida Abancay en tiempo del Gobierno Aprista, yo sin darme cuenta al cruzar la pista y finalmente  ver, oler y escuchar las balas una noche de diciembre en la puerta de la embajada de Japón.

Precisamente hoy quiero referirme a esta experiencia, era un 17 de diciembre del año 96 ya de regreso a casa después del consultorio de mi esposo. Transitábamos por una de las callecitas de San Isidro en el auto, Hugo y yo adelante y la nana con mi hijo en el asiento posterior, apenas tenía 04 meses de edad, acabamos de salir de la Javier Prado llevábamos la delantera en la línea de autos, y atrás unos cuatro más en fila, cuando de pronto el resonar de las balas y no solo eso el cruce en una luz fugaz entre rojo, amarillo y naranja intenso vimos pasar, de inmediato la poca gente que pasaba por la zona se tiró al suelo, por un segundo o no se cuánto nos quedamos inmóviles y aterrados, pedí a la chica se ponga al piso del auto con el bebé, yo mirando hacia atrás y haciendo signos con la mano para que el que estaba atrás nuestro retroceda; es muy difícil describirlo, Hugo sereno casi agachado en el asiento retrocedía, yo igual casi desaparecida en el asiento, un poco sudando frió, un poco temblando, un poco llorando.
Acababa de ser tomada la Embajada de Japón un secuestro masivo ejecutado por 14 miembros del MRTA, habían tomado de rehenes a cientos de diplomáticos, militares, funcionarios de las diferentes entidades del gobierno, empresarios entre otros, celebraban nada menos que el cumpleaños número 63 del Emperador de Japón Akihito organizada por el embajador.
Si lo recuerdan los que ya tenemos cierta edad fueron los días más duros que vivió el país, mas de cuatro meses hasta la liberación un 22 de abril del 97.
Estar en una situación de estas es ver en una breve fracción de tiempo pasar toda tu vida y acordarte principalmente de los seres que mas quieres. Afortunadamente estas épocas del terror pasaron.
Concluyo con este pensamiento de Antonio Machado: “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es,  nosotros no somos” finalmente nunca vamos a experimentarla.

Mery Rosas - Abril 2020



1 comentario:

  1. Espero disfruten cada publicación y apoyenme con sus comentarios

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