Esta Semana Santa definitivamente es
singular, algunos dicen inédita nunca vivida, hoy recibí muchos mensajes de buenos
deseos en el Domingo de Ramos, específicamente decía “Feliz Domingo de Ramos”,
me cuestionaba, un poco esta frase si era la que deberíamos desear en esta ocasión, este acontecimiento marca el fin de la
Cuaresma y el inicio de la Semana Santa, tiempo en que se celebra la pasión,
crucifixión, muerte y resurrección de Cristo.
Lo que recordamos hoy es el vía crucis, el
camino doloroso de Nuestro Señor Jesucristo, juzgado ante un Tribunal. He vivido en Arequipa y recuerdo como solíamos
pasar la Semana Santa allá, era una absoluta solemnidad, incluso la gente se vestía
de colores oscuros y el viernes santo a la procesión del santo Sepulcro todos
lo acompañábamos vestidos con ropa negra y una vela en las manos. De niña
recuerdo que en los canales de televisión pasaban las películas relacionadas,
las radios no tocaban música que no sean sacras, nuestros padres nos hacían entender
y respetar la fecha, los tiempos cambiaron, y ahora mucho más, no sé si esta enfermedad
nos haga reflexionar y regresemos a esas épocas de respeto y reconciliación.
Cristo asumió la condición de humano
siendo humilde, esta humildad que lo describe generoso. Hoy estamos viviendo un
tiempo donde un virus mortal nos humilla, hoy en el mundo hay desesperación, miedo, agonía, hay muerte
y vivimos el mismo camino que vivió Jesús.
Cristo va por la insignia del perdón a pesar de haber sido
humillado, hoy nuestro desafío es encontrarlo donde no creemos que esta, vivir
esta fecha sumergidos en Cristo y que no pase como una fecha más, no podremos
asistir a las iglesias, no habrá oficios sagrados y con calles silenciosas, sin el
sonar de las campanas y el ruido de la ciudad.
Hoy este vía crucis lo llevan el
personal de salud, los policías, el personal de limpieza, los voluntarios entre
otros que están en primera línea de contención, haciendo frente a esta
pandemia, sin embargo, siempre hay Judas que siguen irresponsablemente por las
calles sin pensar en las consecuencias.
En esta semana Santa debemos unirnos en
oración, con mucha fuerza, con la humildad que nos enseñó Jesús en su pasión,
en estos días apoyémonos en la reflexión, hay muchos temas para pensar dentro
de ellos la muerte, no perdamos la oportunidad a resucitar a renacer, a
curarnos física y espiritualmente, Cristo nos pide unirnos, no tengamos miedo,
transitemos su calvario y esperemos la resurrección. Por favor Quédate en Casa.
Mery Rosas - Abril 2020
Mery Rosas - Abril 2020
Muy buena analogía, es importante que respetemos el aislamiento social.M
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