Hoy, como todas las tardes, me acerque a mi
rutinaria charla con el café, últimamente debido a la temperatura lo
había cambiado por un refrescante jugo de piña,(diurético para ilusionarme que esto me bajara de peso...) debo decirles que en invierno o
verano el café siempre será EL CAFÉ y mas aun en la amigable cafetería a dos
cuadras de casa, acostumbro si esta disponible tomar el Diario El Comercio y
disfrutar las buenas noticias, las policiales o políticas que son la mayoría, suelo saltármelas al menos en este espacio de mi tiempo,ya me enterare luego por la TV (suelo ver Canal N
o RPP), mi esposo dice que me regalara un radio, cuando él quiere ver sus
programas y yo estoy sintonizando estos .
Hoy me detuve en la página 28 la sección
“posdata” me llamo la atención el título “Se debería bonificar a los
presos por leer”, entrevista realizada por Grace Gálvez Núñez (periodista) al escritor Aníbal Santana Merced , portorriqueño
de 36 años que fue condenado a 262 años de cárcel por los delitos cometidos y
que creó una Editorial “Desde adentro
Editores”, me interesó tanto la nota
que me llevo a investigar enseguida más sobre él en el internet, saber
cómo nació su pasión por la literatura y las letras, darse cuenta como el mundo
es mas amplio de lo que se cree, que la educación es tan necesaria para leer y
escribir correctamente, que fue su hija (bebe)
quien lo cambia y es el amor a
ella quien lo lleva a escribir su primera “obra” una carta para su hija, que no la llego a entregar sino desecharla al inodoro,
ante el temor que nunca saldría de prisión La carta se convirtió en un libro de
aproximadamente 200 páginas no publicadas.
Sus obras “Reflexiones tras las Rejas”
“Presagio”, entre otros, traduce la crudeza de la cárcel y utiliza las redes
sociales, principalmente el Twitter ( que como un beneficio se le permitió
usarlas en la cárcel) para dar un profundo mensaje “Sígueme para que no me sigas” y que
lamentablemente hoy parte de la juventud no lo valora y cambia por un burdo
celular, donde han inventado nuevos “idiomas” que abrevian palabras
como “t kiero”, “Oki”, “sipi” , “nopi” “obvius” (confieso que algunas veces lo he
usado) él reemplazo la jerga, su jerga de barrio, de las prisiones para
sentirse libre a través de la palabra, organizando talleres, y contagiando a
sus compañeros de encierro a que aprendan a leer.
Nos lleva a una interesante y valiosa
reflexión, no solo lo aplicaría a los presos, en general bonificar, motivar a
los niños, a la juventud, hay programas de lectura en el colegio, pero no lo suficientemente fuertes, como para que
veas en el transporte público personas ensimismados con la lectura de un libro físico,
priorizan el celular. ¿Te has dado cuenta que leer es entretenido?
Los libros dan tema de
conversación, educan, proporcionan compañía, entonces ¿por qué cuando no haces nada, te
detienes a pensar en tus problemas?, vaya!! si te das cuenta ¡perdida de
tiempo!, Alto!! No dejemos solo a la escuela el tema, de ser adicto a la
lectura, la frase tan común “la educación empieza en casa”, cobra fuerza, ¿Qué esperas?
Nunca es tarde. Steven Pinker en “Los ángeles que llevamos dentro” dice: "Leer nos permite acceder a mundos que sólo pueden ser vistos a través de los
ojos de un extranjero, de un explorador o de un historiador”.
Ahí quedamos... para pensar y actuar
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