22 nov 2009

“RULITO ME DICTAS POR FAVOR "



Nuevamente mi memoria se traslada en el túnel del tiempo, mediados del año 83, tercer año de derecho, nuestro grupo bastante parejo y como es lógico los chicos vivían la embriaguez de la juventud, uno más chacotero que el otro, disfrutaba mucho con mis amigos, siempre estaba a flor de piel la ocurrencia, a lo que reaccionábamos con sendas carcajadas. Para esta historia se llamará  “Rúl Ruiz de Santibáñez ” de quien les hable en otra ocasión era un muchacho muy singular, se vestía estrafalariamente, vivía en su mundo, a veces solía ir con las medias de diferentes colores, su chompa negra desgastada o el pantalón raído (en ese entonces no teníamos la moda de los blue jeans rasgados), pero él ya se había adelantado a la época…. Y le importaba un pepino, lucir así, cuando carecía de dinero, se presentaba con dos pantalones y te ofrecía ingenuamente venderte uno de ellos, él se convertía en un maniquí viviente para mostrar el modelo, pobre “Rúl” solo se ganaba la mofa de los demás. Solía llevar su cuaderno loro, con las puntas dobladas, al estilo escolar de inicial, debajo del brazo y un lapicero recontra deformado por llevárselo continuamente a la boca, su pobre novo blanquiazul, estaba más chupado que un mango. Muchas veces se quedaba sin tinta y “Rúlito” igual continuaba escribiendo, a lo que yo dándome cuenta de éste detalle, simulaba haberme atrasado y le preguntaba, - “Rulito”, me atrase puedes dictarme, me quede en el derecho político es una rama jurídica que aglutina, que aglutinaaaa ….., que sigue por favor? preguntaba - y entonces él llevándose el cuaderno los más cercano a los ojos y moviendo su cabeza de extremo a extremo , repasaba sus líneas transparentes pero marcadas en las hojas, y me dictaba con certeza el párrafo atrasado. Mas tarde comparaba con el cuaderno de Willyto y efectivamente lo que había dictado “Rúl” era lo correcto, y es que él tenía una memoria increíble, le gustaba recitar a viva voz, salir en las actuaciones del aniversario de la facultad, discutir con profesores y alumnos de temas políticos sosteniendo con una convicción increíble su postura, y es que nuestro gran amigo si que era especial. Sabes “Rulito” tal vez te tomamos de punto, pero disfrutábamos mucho de tu amistad

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