3 nov 2009

VENIMOS A TOMAR LAS MEDIDAS SEÑORA




Un día en el recuerdo del año 1980, mi abuela cayó gravemente enferma hecho que obligo a papá trasladarla de Lima hasta la ciudad de Arequipa donde vivíamos, (papá trabajaba en la Leche Gloria) con el fin de darle todos los cuidados del caso, calidad de vida sobre todo, debo añadir que admiro a mi padre siempre estuvo al pendiente de mi abuela, éramos un familión entre mi abuela, mamá, hermanos, primos, tía, él siempre pensaba en todo y lo hacia con mucha dedicación y amor, así nos criamos muy unidos, aprendí mucho de él, bueno vuelvo a la historia. Ella estaba postrada con sondas, balones de oxigeno, plasma artificial, su pronostico era reservado y cada día veíamos como se deterioraba su cuerpecito bajando más y más de peso, no nos daban muchas esperanzas, el médico de cabecera había anunciado que debíamos estar preparados, esperando el momento, hecho que obligo a papá con el dolor de su corazón ir averiguando lo concerniente al sepelio, mamá había acompañado a papá a una funeraria , en donde con una frialdad increíble mostraban los ataúdes, tipos de madera con los que confeccionaban los mismos, colores de tela para la mortaja y la capilla ardiente sobre todo el forro y modelo de la tapa interior.... que penosa situación, pero que muchas veces es necesario afrontar.

Paradojicamente al día siguiente toco la puerta de la casa un hombre con un catalogo de telas, que dijo a mamá : - ¡Señora me manda el doctor!! 
(después supimos que "el doctor" se refería a papá) vengo a tomar las medidas, (levantando la cara, justo a la ventana del segundo piso donde se encontraba mi abuela),continuó diciendo, he traído el catalogo de telas , para que escojan los colores...-
Mi mamá espantada y algo molesta contesto: ¿Cómo que a tomar medidas?, si la señora estas ahí, no podemos incomodarla, me parece muy apresurada y atrevida su visita!!!..replico mi madre molesta.
- el hombre respondió: ¿y para cuando será pues?....- mi madre contesto no lo sé, será cuando Dios quiera, solo nos queda esperar y tener resignación señor...-
El hombre se retiro dudoso, preguntándose por que mi madre le había contestado de esa manera.

Más tarde cuando llego papá del trabajo, nos enteramos que él había enviado al proveedor de la tienda de cortinas para que tome las medidas a las ventanas de toda la casa, pues había decidido remodelar las que teníamos... o sea no era el hombre de la funeraria... que coincidentemente habían estado averiguando, un día antes, era nada menos que el cortinero...,  Vaya, tremenda confusión !!!!. pienso que la vida muchas veces transcurre en confusiones, algunas agradables otras no, algunas con consecuencias, otras no.
Mi abuelita Julia falleció meses después, con el amor de todos los que les rodeábamos, la recuerdo mucho.
                                                                      Mery 

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